Gestión

Cada proyecto es “un esfuerzo planificado, temporal y único” y, por tanto, requiere un modo personalizado para gestionarlo. Hasta ahora se han elaborado numerosas metodologías de gestión basadas en tres pilares: alcance, plazos y costes.

Así, la metodología tradicional define primero el alcance para luego estimar los plazos y costes, mientras que en la metodología ágil se estudian los plazos y costes para implementar luego el máximo alcance. Dejando aparte frecuentes discusiones sobre cuál de las dos es mejor, nos centramos en necesidades del cliente que habitualmente busca el éxito de proyecto en general más que la maestría de gestión en particular. Según nuestra experiencia, en muchos casos reales el mejor resultado se alcanza en un punto de equilibrio entre estos dos conceptos extremos.

Nuestros analistas y jefes de proyecto tienen profundos conocimientos sobre los marcos de trabajo (certificaciones en ITIL, CMMI y CobiT) y las metodologías de gestión, tanto tradicionales como ágiles, lo que nos permite aplicarlas en óptimas combinaciones y proporciones. Al ejecutar un proyecto, nuestro personal asignado lleva el control y coordinación de recursos, costes, tiempos, planificación, entregables y calidad.